viernes, junio 09, 2006

Cuentos para Benjamin "El Marcianito Klotz" PARTE I - CAP II

CAP II GELE:

Cualquiera que hubiera escuchado, más bien tenido la capacidad de percibir aquellas extraños casi-sonidos, e interpretarlos correctamente podría haber pensado que era alguna de aquellas interminables reuniones científicas, entre Astrónomos, Químicos, y otros científicos afines, que se desarrollaban con absoluta intrascendencia en la NASA, excepto para dos o tres de la audiencia, que eran los verdaderos interesados en el tema como cualquiera reunión intrascendente, de las cuales se estarían desarrollando unas 500 simultáneamente en nuestro planeta. Pues bien, efectivamente era uno de estos meetings, pero cuán lejos de nuestro planeta se estaba realizando, y al mismo tiempo cuán trascendente sería.
El tema era “GELE nuestra misión”, el lugar astronómico de su realización era: Coordenadas 525-Nova I .. Los asistentes treinta de los más selectos científicos del momento de 525-nova I.
Vosotros sabéis, que GELE pronto cumple su ciclo, y cuando aquello ocurra,… no es necesario que os lo repita, todos nuestros programas de “ciclo vital” lo han demostrado: adiós fuente de nuestra vida y sólo será materia de una generación para que nuestra persistencia llegue a su fin… El silencio era sepulcral en la audiencia, varios eran los expositores que habrían de proponer diferentes soluciones, todas ellas alternativas que significaban más y más exploraciones de las realizadas en la búsqueda de algún planeta en el que se encontrara el preciado GELE. Sin embargo pocos repararon en aquel joven algo desgarbado para lo suyo, digamos vestido con algo que él se atrevía a llamar Pan-Talon y que lo había descifrado como algo semejante a “toda pantorrilla”, nunca pudo captar el sentido de una prenda de vestir con aquel significado. Era para él más difícil interpretar el lenguaje hablado que las claves matemáticas, físicas o bioquímicas que se usaban en Tierra. K-miss-eta (la otra prenda que vestía y que para sus verduzca “caja torácica” se veía sumamente cómica, y que usó por cerca de tres años hasta que el gelofán, tela de la cual había logrado formarla, se disolviera por el mismo uso), Su interpretación era:Cierta Señorita (miss), que pertenecía a un grupo subversivo de algún punto de la tierra(*) Quiéralo o no, aún sentándose muy arriba en el anfiteatro, lejos de los otros científicos, por supuesto, ¡no pasaba desapercibido! .
Para graficar lo diferente de su aspecto en relación a sus pares, deberíamos decir que los 40 ó 45 asistentes, que se apilaban en el anfiteatro, en realidad a nuestro ojo: eran definitivamente todos iguales, sus cuerpecillos verdosos, su frente amplia y desproporcionada, carentes de masa muscular, pelo y tegumentos en general, y sus ojos absolutamente inexpresivos y parduzcos, con sus párpados caídos, semejando a un osito descuidado, como habría dicho el abuelo de Zé-panchi. No bastaba entonces ser demasiado perceptivo, para comprender que más de alguna incursión debieran haber hecho a la tierra, y , por cierto, más de alguna vez fueron percibidos y descritos de una manera bastante semejante a la que en realidad eran.
Realmente se estaba poniendo muy monótona la discusión , consideraba el desgarbado Klotz, como para no distraerse, y seguir pensando en su teoría. Para él era claro que GELE , tarde o temprano se agotaría, y, por las condiciones atmosféricas de cualquier planeta diferente al suyo, nunca lo encontraría en la Galaxia , no probablemente fuera de ella tampoco, por consiguiente: ese no era el camino, ¿pero entonces cual sería aquel que permitiría la perpetuación de su especie? . siempre fue criticado Klotz por sus ideas diferentes, pero aquello de usar esa estrafalaria ropa ya había colmado a su guía de la Escuela Superior de Científicos de Marte, lugar al cual había accedido, a sugerencias de su mismo guía, el día que instuyó el tremendo talento de Klotz. En este momento, precisamente se estaba recordando de su profesor, Klauz, quien una y otra vez le había repetido, _ Si tú encausaras tus ideas hacia un solo objetivo, y no te diluyeras en aquellos 28 inventos que ya has patentado, y que están en la Galería de Escepcionales, probablemente ya estaríamos en camino de una solución para nuestro problema. Klauz no estaba lejos de acertar en sus predicciones respecto de su alumno, sólo que pese a su gran intelecto también no había encontrado una razón de aquellos inventos, o mas bien no les veía sentido alguno en relación a un objetivo único, para describir algunos: Un rectángulo de paredes perpendiculares, con algo que había llamado “techo”, y divisiones interiores menores, cada una con otros objetos que el llamaba “baño”, “cocina” y varios más. Alguna vez Klotz le había dicho, - Veras profe que algún día esto tendrá sentido para ti- y sonreía ante la mirada de asombro de Klauz.
Otro raro invento que Klotz había diseñado y logrado hacer caminar , en forma recta y doblando en radios de 180 grados, pero que no se elevaba, y que para el profesor no tenía más interés que el que pueda tener para nosotros una carreta tirada por bueyes. “ auto-móvil” lo había llamado Klotz… Y así de sorprendente eran para Klauz los inventos de su pupilo, sin embargo, desde que había Klotz descubierto y simplificado, el sistema que permitiera a sus naves ingresar a la atmósfera terrestre, sin sufrir alteraciones, y permitirles permanecer en ella por al menos 6 horas, ya nadie dudaba en concederle todo aquello que él solicitara, en beneficio de las probables contribuciones que pudiera hacer para el incierto futuro de su planeta.

La verdad que para Klotz ya la solución se había bosquejado en su cerebro y desde varios años atrás su accionar era en este sentido, sin embargo él consideraba que aún no era el momento de presentar su solución, pues consideraba que eran muchas aún las variables que debería controlar, par que su objetivo fuera apoyado por la Comisión, y le permitieran ponerlo en práctica.

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