viernes, junio 09, 2006

Cuentos para Benjamin "El Marcianito Klotz" PARTE I - CAP IV

IV EL PLAN: (Y la Conferencia)

Tan sólo quedaban tres períodos para la Gran Conferencia anual de la Subsistencia, rimbombante pero clarificador título para el meeting anual en que se presentarían todas las ponencias, ya seleccionadas por el comité para barajar las posibilidades de realizar la síntesis de Gele, diferentes viajes con sus programas establecidos para exploración de otros planetas para la posible síntesis de Gele y un sinfín más de otras teorías, que sin embargo, no alentaban al Comité, cuyos representantes se les veía cabizbajos, sin ánimo de bromas como en otras ocasiones de la gran conferencia, sino que ahora ya veían pasar los períodos y no vislumbraban salidas convincentes para salvar a las nuevas generaciones.
Klaus aún no aceptaba el estrafalario estilo de vida y además de vestirse de Klotz
- Pero es que estoy tan convencido de mi proyecto que a corto plazo todos en Nova andaremos vestidos a mi manera y te acostumbrarás a verlos a todos igual o parecidos a mi,
El atuendo en realidad, aparte de ser estrafalario, no podía verse más “sui generis” por decirlo elegantemente en el poco agraciado (a nuestra vista) cuerpecillo verde-amarillo de Klotz.
- Mis ropas son de “rapero”- por si no lo sabes Klaus, exclamó intentando afirmarse con un resto de cable de Xenón , sacado del laboratorio de Klaus el pantalón que luchaba por caerse al no encontrar superficies desde donde asirse.
- ¡Además se usa así Klaus, muy debajo de la cintura.!
- Pero ¿tú crees que te dejarán exponer, vestido de esa manera?
- Klaus, la primera video-senso-proyección te mostrará una imagen en tiempo real de la esquina de Brodway con la 5ª. De Nueva York, luego una semejante de una playa de Bahamas y a continuación, una de la Avenida Suecia a las 21:00 horas de Santiago, de Chile, estoy seguro que con tres senso-imágenes que logremos proyectar, mis atuendos les parecerán bastante más aceptables. Y por lo demás, verás que en la quinta video, no se sentirá volar un solo oggi, de lo concentrados que estarán.
De cómo se las iba a arreglar Klotz, para en el preciso instante que expusiera su teoría, en Long Island N.York, Luva ,el químico y tío de Zé, estuviera realizando una de sus clases del mismo tema. Era una interrogante que ni él mismo la tenía resuelta, y era aquello lo que lo seducía en su fuero interno, siempre dejaba algunos cabos sin atar, de tal modo que la sorpresa fuera también para sí mismo.
Ya cercanos al 28 de Abril, fecha terrestre, era notorio en Zé su gran afinidad por el Planeta Rojo, no dejaba de hacerlo ver en las jornadas familiares. Bastaba que saliera un solo momento en la noche, hacia el patio de su casa y no hacía otra cosa que preguntar por él. En el cumpleaños 63 de su abuelo Bernie, celebrado en el patio de la casa de una de las hermanas del abuelo, de pronto deja de jugar con sus primas, se dirige hacia Lorca ye inquiere.
- ¿Cuál es Marte Lorquita?
- Acuérdate que es el más rojito,- asevera Lorca
- ¡Ah sí! Ahí lo veo.
- ¿Y te fijas que es diferente el color a los otros?
- Sí, pero yo tengo amigos allá.
Y lo asevera de tal manera que . a Lorquita no le cabe otra idea que de una u otra manera (¿sueños quizás? )lo piensa, ha compartido con personajes de allá. Y así cada día aparecía el tema. Retrospectivamente analizado. ¡cuán cerca estuvimos de captarlo todo!,pensaba ahora Lorca, al momento de describir toda la experiencia.

Otro de los descubrimientos escepcionales de Klotz, y que por supuesto, también se lo tenía reservado para sí, y ni siquiera se lo había mencionado a su profesor Klauz, era su tremendo progreso logrado en cuanto al descubrimiento del manejo del tiempo. Por supuesto que sería importante para su experiencia, si había algo en que sus progresos (me refiero a los de Nova 5) no habían evolucionado tan rápido como otros avances, lo era el capítulo de los transportes extra planetarios. Porqué lo habrían de haber hecho, si en ningún caso la idea era colonizar, o incluso apoderarse de otros planetas, cuál habría sido la necesidad de perfeccionarlo, si en realidad no lo necesitaban, hasta sólo unos pocos períodos, en que el futuro se veía complicado para Nova 5. Los habitantes de Nova no eran para nada ambiciosos, creían en su forma de vida y no necesitaban, al menos hasta ahora, de relaciones interplanetarias. Esa, y otra razón de mucho peso, que percibiremos más adelante, fueron las razones que impulsaron a Klotz, para interesarse y develar muchos parámetros de la dimensión tiempo. No podía disponer él de aquellas medidas que había escuchado en la tierra: “años luz” y que él se resistía a dimesionar el tiempo en medidas de esta especie. No él necesitaba dinamismo y rapidez, entonces su interés se focalizó en otra gran ecuación E=mc2, traspasando rápidamente la dimensión temporal e introduciéndose de lleno en la Teoría de la Relatividad, lamentando cada día que se adentraba en su estudio, no haber podido contar, como su maestro en Tierra de aquél físico cano, de amplio bigote, al cual conocían como Albert Einstein, pero en fin, cuatro o 5 períodos le bastaron a Klotz para validar todas las experiencias de este científico y lograr en forma bastante consistente, el manejo de la dimensión tiempo, sólo le bastaba develar, si lo ya manejable caía dentro de la teoría física (tiempo real) o bien dentro de la teoría de la relatividad (tiempo relativo). También era “dejado para más adelante”, demostrando con ello, su gran faceta de improvisador.
Al tratar de entender ahora, cual era realmente el interés de Klotz en la dimensión del tiempo no podemos dejar de pensar, que a esa altura, ya tenía bastante avanzado su impactante cambio en lo que respecta a su sensibilidad. Metamorfosis se habría llamado en la tierra, pera en este caso era un cambio de su sensibilidad, ¿metasensibiosis?. ¿Y como lo apreciamos a distancia?. Definitivamente, al saber el resultado final de su experiencia, realmente era muy poco lo que en el caso particular le habría servido conocer el manejo del tiempo, y finalmente, era aquello lo que lo mantenía más absorto, poco comunicativo y casi preocupado, como lo destaca Klauz. Digámoslo ya: si algún habitante de la tierra debía forzosamente participar de su experiencia, pensaba Klotz, éste no debía ser expuesto al riesgo que significaría una desinserción de su mundo y su locación en Marte, por un tiempo impredecible, de acuerdo a lo proyectado por él mismo.¿ No era aquello un impactante demostración de un atisbo de sensibilidad de Klotz, más aún en un mundo totalmente desprovisto de esta capacidad de percibir o experimentar emociones?. Es por eso que tarde aquella noche, cuando logró resolver el total de las ecuaciones propuestas por Albert, no pudo más que dar un sonido de ¿felicidad?:
- ¡ Lo tengo!, sólo bastará con aplicarlo en el momento preciso y desintegrarlo en el siguiente momento y , si todo está correcto, nunca habrá transcurrido el tiempo de la experiencia, al menos para el eventual terrestre que por cierto ya lo tengo elegido.
Aquella noche durmió feliz Klotz, lleno de sueños e ideas, que se le entremezclaban en su priviligiado comando neuronal y que él mismo se había percatado en su medidor de actividad neuronal, que en realidad Albert, lo había obligado a ocupar en un 89,456 % de su capacidad. Baste decir que cotidianamente ni siquiera lo utilizaba, le bastaba con su percepción neural regular (¿memoria RAM? Y solamente cuando esbozó la teoría original, que recién ahora se atrevía a denominarla: “Transmutación terrestre, recambio de Gele por C12” había logrado ocupar el 38,456 % de su capacidad.
De las cosas que le preocupaba en este momento era el elegir la mejor ocasión para presentarle el tema a Klauz, conocedor de lo apegado a las reglas de su tutor, tenía una pequeña duda acerca de si lograría su aprobación. Interesante decir que la probable sensación que experimentaba en este momento Klotz era la de la duda, no había temor, no había incertidumbre, no había expectación, en fin, solo era el beneficio de la duda. Pensó Klotz, : realmente era improcedente gastar dos o tres jornadas en agotar el tema con Klautz, e independiente de su aprobación o rechazo, la evidencia era tan aplastante que decidió no hacerlo, y simplemente se enteraría el mismo día que todos sus pares.


EL DÏA:
Lo que no lograba entender Klotz eran aquellas manifestaciones curiosas que veía en los seres humanos y que de tanto observarlas ya le interesaban sobremanera, al punto de lograr traducir a su lenguaje como “e-motions”, (él pensaba: e= electronics; motions=movements), pero luego en sus disquisiciones continuaba: sin embargo cuando se enojan también aparecen “emotions”; cuando acercan sus labios, también aparecen “emotions”, cuando abren curiosamente sus bocas, y no para recibir alimento (se refería a la risa) nuevamente aparecen “e-motions”, y así una larga serie de condiciones que él inteligentemente englobó al final de cuenta en su Base de Datos Lingüística como: situaciones motivadas por diferentes causas que se traducen en respuestas neuronales (de ahí la e=electrónica él pensó) que generan algún movimiento del cuerpo (motion, movements, para él) y que finalmente causan alguna respuesta para él impredecible en cada caso: a veces llanto, a veces ira, a veces ternura, en fin. Finalmente Klotz se quedaba con la palabra (emoción) y la archivaba en su base de datos para “dejarla para más adelante”, pues para él había resultado tremendamente fácil el descifrar la electrónica, las matemáticas, la astrofísica, etc, pero se sentía necesitado de apoyo para profundizar, o incluso a veces para siquiera tratar de comprender disciplinas como: la Lógica, la expresión, las artes, en general todo aquello que escapara un poco de lo mensurable, cuantificable o reproducible solamente con el tecnicismo.
Debido a ello, al cúmulo de emociones que emanaban en forma creciente del hogar de Zé, y que Klotz había extrapolado que este pick de emociones se produciría el día 28, decidió que el gran día sería ese 28 de Abril del año en curso, día en que de alguna manera él ya sabía que para Ze era importante, también para su familia, a la sazón Zé ese día cumplía tres años y ya algunos días antes, las señales desde su casa que monitoreaba Klotz habían sido de mayor intensidad, cada día más, en la medida que se acercaba el día de su cumpleaños
- ¿Y va a venir Martín mamá? – preguntaba Ze
- Si y también David y tu primo Huguito- respondía su mamá, desencadenando un gritito de alegría del pequeño Ze, ajeno a todo aquello que indefectiblemente Klotz, ya lo había decidido: el día en que Zé se iría con él.
- ¿ Y tendremos piñata mamá?
- Sí y fíjate que fuimos con tu papá a comprar las sorpresas y encontramos estos marcianitos, que los encontré super simpáticos y que pondremos en su interior junto a los dulces- y le muestra unas figuritas verdes de 10 centímetros, con su barriguita y ojos prominentes. En ese momento el circuito integrado de Klotz, que le permitía desencadenar la señal de alerta dio un zumbido de alta frecuencia, que sacó a Klotz de su descanso lo hizo volver a su monitoreo visual.
Ya había incorporado Klotz a su BDL la palabra “marciano” y la tenía en un lugar de alerta, de tal modo que cada vez que se mencionara , en el núcleo de Zé, el dispositivo de alerta se activaría.
Para klotz fue muy importante la decisión del día de la misión, y se quedó con el 28 por mera intuición diríamos nosotros, sólo que él sabía que era un día especial y suponía mas ajetreo y menos control. Ahora, la manera de cómo lo haría, para él y todos sus circuitos era un misterio, y creía que sería una decisión de último momento, en base no a una decisión randomizada de su computadora sino en base a una decisión claramente estadística, en base a todas las variables que había incorporado en los años de observación del “núcleo Ze” como él llamaba a la familia de Zé.
Nuevamente lse le presentaba a Klotz aquella imagen, en un segundo, de toda la operación a llevar a cabo y sobremanera aquella del switch, que ya lo había incorporado a su experimentoo del manejo de la variable tiempo, que tan bien había soslayado con la teoría de la relatividad, pero que no dejaba de preocuparle y notaba en alguna locación de su “cerebro” el toque de alerta que se producía cuando “pensaba” en el tema y que solamente podría llegar a saber si realmente la manejaría correctamente el día que decidiera ocuparla y que nuevamente le hacía salirse un poco de su actuar como un habitante de Nova , y lo acercaba extrañamente a actuar de una manera “casi terrestre”.
Elegido el día, el modus operandii, la vía para realizarlo, Klotz pensaba que muy pocas cosas ya estaban quedando por resolver y decide entonces plantear su proyecto a la Comisión, sabedor de que tenía que pedir tribuna con bastante tiempo antes, sin embargo, por todo lo que había atisbado, en los diferentes galpones científicos, como llamaban a aquel sector de Nova, donde se concentraba toda la investigación dirigida hacia este objetivo: la manera de conseguir Gele, para lograr la supervivencia de Nova.
Aquella noche de vigilia, en que sus engranajes y conexiones neuronales, lejos de poderlas desactivar, y entrar en período de “nivel basal”, trabajaban más que nunca, y una y otra vez pasaba lista a la metódica, la secuencia y las ecuaciones que manejaría para llevar a feliz término la primera etapa y quizá la más sensible de experimentar, cual era la de translocar a Zé, borrar su variable tiempo, dejarlo inmerso en la Dimensión Relativa, realizar el estudio, y retrotraer la situación al punto cero. Simple y claro, parecía una operación limpia y una vez analizado 100 veces las etapas logró que automáticamente sus conexiones neuronales bajaran a su nivel basal en espera del gran día.







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